A esta planta se le conoce con el nombre de Gardenia augusta, y su nombre científico es Gardenia jasminoides, familia de las Rubiaceae. Es originaria de regiones tropicales y subtropicales de Asia, Africa y Oceanía.

Características

La Gardenia es un arbusto perenne que puede alcanzar una altura de 2 metros. Hojas ovales o lanceoladas, opuestas, de color verde oscuro y brillantes. Flores muy fragantes de color blanco-cremoso. Flores solitarias, simples o dobles. Florece 2 veces al año. Suelo fértil, ácido y profundo.

En la actualidad se consiguen ejemplares injertados, cuyo pie es resistente a suelos no propicios para el desarrollo de la planta. El mayor atractivo de la gardenia es su empleo como planta ornamental en macetas debido a su aroma y a la belleza de sus flores. Puede servir de planta de interior.

Gardenia augusta (Gardenia jasminoides)

Iluminación

Debe ubicarse donde reciba buena iluminación, pero a resguardo del sol directo del mediodía.

Temperatura

La Gardenia es sensible al frio, prefiere los climas cálidos y húmedos.

Sustrato

La Gardenia es una planta acidófila (que se desarrolla preferentemente en un medio ácido y no debe plantarse en suelos calcáreos ni salinos.

Riego

Requiere de abundante riego y rociado.

Abono

Abonar al empezar la primavera, antes de que aparezcan los brotes y durante toda la floración.

Reproducción

Se propaga por esquejes semileñosos de 6 a 8 semanas en primavera avanzada. Se deberían cortar con 10-15 cm de longitud, con al menos 2 ó 3 pares de hojas.

Problemas

Con frecuencia las plantas se vuelven amarillas (cloróticas) debido a una deficiencia de uno o más micro nutrientes, generalmente hierro, seguramente por tener, el suelo un pH demasiado alto o regar con agua calcárea.

Es necesario retirar las flores y ramas marchitas, para prolongar la floración y evitar las enfermedades fungosas.

Plagas: Mosca blanca, Cochinilla, Cochinilla algodonosa, Pulgones, Arañas rojas, gusanos masticadores. Los nemátodos causan daño en las raíces.

Caída de capullos de la flor: puede ser producida por raíces dañadas, insectos, o condiciones atmosféricas desfavorables. Si los botones florales amarillean y se caen justo antes de abrirse, puede deberse a falta de hierro o a que el ambiente en torno a la planta es excesivamente seco, cálido y falto de luz.

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