La Palma canaria es una de las palmeras más utilizadas en jardinería debido a su porte y su resistencia al frío. También es conocida como Palmera canaria, Fénix, Palma de las Canarias o Támara. Su nombre científico es Phoenix canariensis y pertenece a la familia de las Arecaceae. Por lo general, florece entre el verano y el otoño. La Palma canaria es nativa de las Islas Canarias.

Características

La Palma canaria o Palmera canaria es una planta muy resistente al frío. Puede alcanzar una altura de 30 metros.

Su tronco es grueso y de color marrón, puede alcanzar 1 metro de diámetro.

Sus hojas son largas, hasta 6 m de longitud, compuesta de 150 a 200 foliolos u hojuelas de un verde brillante y protegida por largas espinas.

Sus flores de color amarillo – crema están dispuestas en una inflorescencia formando densos racimos. Sus frutos son pequeños, redondos.

La Palma canaria es dioica, es decir, hay ejemplares hembras y machos.

Iluminación

La Palma canaria requiere mucha iluminación, por lo que es mejor cultivarla a pelno sol. También se puede cultivar en interiores, pero se le debe proporcionar muy buena luz y ventilación.

Temperatura

La Palma canaria es muy resistente al frío, puede soportar hasta los -8 ºC, aunque se han reportado ejemplares que han soportado temperaturas más bajas, pero por cortos periodos de tiempo.

Sustrato

La Palma canaria no es exigente en cuanto al tipo de suelo.

Riego

Riego abundante durante el verano. Riegue 2 a 3 veces por semana. Durante el invierno deberá disminuirse los riegos a 1 vez por semana. Verifique que el sustrato se encuentre seco antes de iniciar el siguiente riego.

Abono

Por lo general, la Palma canaria no requiere abonados a menos que se encuentre cultivada en maceta, de ser así, abone cada 15 días mediante un fertilizante líquido diluido en el agua de riego durante el verano.

Reproducción

La Palma canaria se reproduce principalmente por semillas. También puede propagarse por separación de los hijuelos que nacen en la base de la planta madre.