Este arbusto es uno de los más populares debido a la fragancia de sus flores al atardecer. Su nombre científico es Jasminum officinale. También se le conoce bajo los nombres de Jazmín blanco, Jazmín común, Jazmín de verano, Jazminero, Jazmín de oficina, Jazmín morisco, aunque quizás el nombre más comúnmente utilizado es Jazmín. Pertenece a la familia de las Oleaceae. El Jazmín es de origen Persa e introducida a Europa durante el siglo XVI.

Características

El Jazmin es un arbusto trepador, por lo que se recomienda situarla cerca de muros o soportes. Puede superar los 6 metros de longitud a menos que se realicen podas al término de la floración, esto ayudará para se produzcan muchas flores en el siguiente periodo de floración. Los tallos son verdes, salvo los tallos viejos que cambian de color a un crema grisáceo.

Las hojas son de color verde oscuro, ovaladas y opuestas, excepto la hoja del extremo que es más estrecha y lanceolada. El raquis es acanalado por el haz.

Sus flores son blancas, compuesta de 5 pétalos, muy perfumadas. El Jazmín es hermafrodita. Florece durante el verano.

Iluminación

El Jazmín puede cultivarse a pleno sol o en semisombra.

Temperatura

El Jazmín es resistente al frío, pero se recomienda cultivarla bajo una temperatura entre los 13 y 21 ºC.

Riego

Regar 2 a 3 veces por semana durante el verano. Durante el invierno regar 1 vez por semana.

Sustrato

Aunque puede cultivarse en una variedad de suelos, se recomienda utilizar un sustrato muy fértil, suelto y bien drenado.

Abono

Abonar cada 15 días durante los meses de primavera a verano utilizando un fertilizante líquido diluido en el agua de riego.

Reproducción

El Jazmín se reproduce por hijuelos, por acodo aéreo y por esquejes de tallo con hojas, de madera semidura a finales del verano y puestas a enraizar en invernadero.