Vamos hablar sobre una tradición y arte en Japón, se le conoce como Ikebana (el arte japonés del arreglo floral) pero también se pueden utilizar otros elementos que encontramos en la naturaleza como ramas, troncos, semillas, frutos, hojas, bayas, etc. y en la actualidad también se incluye el cristal, plástico, metal; todos estos elementos son factores importantes a la hora de su creación y presentación. En sus 500 años de historia, desde modestas piezas hasta creaciones esculturales junto con trabajos contemporáneos las formas tradicionales son la más estudiadas y recreadas. Además, la práctica de ikebana, también llamado kado, o “el camino de las flores”, también ha sido reivindicada como una forma de meditación sobre el paso de las estaciones, el tiempo y los cambios. Sus orígenes religiosos y su profunda relación con el ciclo natural de nacer, crecer, morir y renacer pueden dar al ikebana una profunda resonancia espiritual.