Esta planta lleva por nombre científico Acalypha wikesiana ‘Hoffmannii’, pero también se le conoce bajo el nombre de Acalifa, nombre muy usado para cualquiera de las variedades de Acalypha wikesiana. Pertenece a la familia de las Euphorbiaceae. La Acalifa es nativa de las islas del Pacífico, oriunda de Vanuatu.
Características
La Acalifa es un arbusto semileñoso que alcanza una altura de 1,5 a 3,0 m. Tiene hojas verdes y dentadas con márgenes blancos. Una de las características más llamativas de esta planta es la forma retorcida o plisada de las hojas, característica que le ha dado mucha popularidad.
Iluminación
La Acalypha wilkesiana Hoffmannii puede mantenerse en semisombra o sombra, pero con muy buena iluminación. De mantenerse en interiores, ubíquela cerca a una ventana. La Acalifa debe estar protegida de los vientos fuertes.
Temperatura
La Acalifa es una planta de climas tropicales y subtropicales por lo que no tiene mucha tolerancia al frío. No soporta las heladas. Mantenerla por encima de los 10ºC.
Riego
Durante el verano debe regarse de manera frecuente, cada 2 días; en caso de excesivo calor, regar diariamente echando unos 250 mm de agua por cada maceta. En invierno reducir el riego a una vez por semana.
Si se mantiene al interior, debe procurar que el ambiente se mantenga húmedo. Puede pulverizar agua en las hojas.
Sustrato
Utilice un sustrato ligero y bien drenado.
Abono
Abonar cada 15 días con un fertilizante líquido diluido en el agua de riego. Utilizar un abono rico en azufre y potasio.
Reproducción
La Acalypha wilkesiana ‘Hoffmannii’ se reproduce por esquejes en cualquier época del año.
Nota
Si desea mantenerla con abundante follaje, recorte las puntas de los tallos.
Precaución
Toda la planta es venenosa por ingestión.
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